Conducíamos hacia una reunión, con el tiempo muy ajustado, cuando un semáforo nos obligó a parar, durante esos segundos de espera nos percatamos de este elevador y lo fotografiamos. Por supuesto, hubiésemos deseado verlo de cerca, tomarle más fotos, conocer su fuente de energía, preguntar el costo, indagar sobre su operación, pero, como en muchas circunstancias de nuestro vivir, la oportunidad pasó. Al menos, sabemos que existe.
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