Podar árboles frutales es similar a cualquier actividad artística que demanda creatividad. El conocimiento, por un lado, de la arquitectura, crecimiento, y porte de la especie son necesarios; hay que tener en cuenta, además, el manejo y labores a facilitar—cosecha, aspersiones, entre otras. Por otro lado, como la poda se realiza cuando el árbol esta pequeño, la única opción que tiene el podador es imaginarse como desea ver el árbol adulto.
Comprendiéramos mejor la poda y guiado de este guayabo si lo hubiésemos fotografiado periódicamente; sin embargo, por la carencia de tiempo, únicamente podemos deducirla empleado otra plantación más joven: “
Poda en guayabos—similitudes y diferencias”; luego, emplear nuestra creatividad para iniciar cortes.
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