Nos aproximamos al terreno segundos antes del inicio del periodo de descanso para el almuerzo, al medio día; de lejos, aún se veía la maquina en marcha, asperjando.
Al llegar, el motor ya estaba apagado y su conductor se había marchado a almorzar; sin embargo, la pausa nos permitió inspeccionar cuidadosamente los componentes de la aspersora.
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